viernes, 28 de septiembre de 2007

TIEMPOS...


PASADO…

Ayer me di cuenta que nunca estuve preparado para recibir tu amor. Fuiste simplemente perfecta desde el principio. Me enseñaste a entenderte como mi complemento, como aquella maestra que me guía pero al mismo tiempo refleja en su alma un espíritu de estudiante aprendiz; que desde el primer día estuvo dispuesta a caminar conmigo sin importar el rumbo. Porque me fue imposible dejar de mirarte ni un segundo, después de que pusiste tu delicada figura en aquella silla, diagonal a la mía, en clase de historia del Siglo XX, que para mí se convirtió en clase de anatomía del corazón.


PRESENTE…


Hoy más que nunca sé que las cosas no ocurren porque sí. Escucho tu voz una y otra vez. No quiero quitar mi dedo del teléfono, pues me permite sentirte junto a mí una y otra vez, “¿Mario, dónde estas? Por qué no me respondes? Sé que estás allí, sólo contesta el teléfono y dime que no quieres hablar con nadie, pero no me dejes sin saber cómo estas…”. Eres una persona dulce. Tan dulce que no mereces sufrir por mí. Tan dulce como el chocar de tus boca contra la mía, en aquel encuentro de mares con sabor exquisito, todo esto en un descuido de pasión extrema, donde no somos nosotros quienes controlamos nuestros labios, sino que son ellas quienes toman el mando, nos unen como dos imanes gigantescos que toman consciencia de lo opuestos que son, para convertirse en uno solo.

FUTURO…

Irnos juntos a un lugar donde nadie pueda vernos, sentirnos u olernos. Eso es lo que podrá unirnos para siempre. Volvernos invisibles para el resto de los hombres y sólo reconocernos tú y yo. Nos perderemos en una atmósfera de nubes gordas, esponjosas, que al acostarnos en ellas, saldrá de cada una leche endulzada; estarán frías pero a la misma vez nos brindaran calidez y protección. No nos percataremos de aquellos que pasan en aquellas cajas metálicas sintiéndose dueños del cielo, porque sólo nosotros podemos verlos a ellos, y sólo nosotros sabemos quiénes son los verdaderos dueños de esta hermosa acuarela azul, que juntos terminaremos de pintar.

1 comentario:

Joha Cristancho Henao dijo...

En serio Sebis?? -Si, la verad es que si, las situaciones, los inscidentes y las cosas suceden por una razón, no porque si, la respuesta llega sólo en un instante que no se espera.